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Climatología y pisos bioclimáticos

La climatología se caracteriza por tener sequía estival y escasa nubosidad anual. Son importantes las lluvias torrenciales que se producen al final del verano y principios de otoño que modelan el relieve, acentúan los terrenos margosos y ramblas, e influyen sobre la distribución de la flora y fauna.

En la Región de Murcia se distinguen cuatro pisos bioclimáticos definidos como el espacio comprendido entre unas latitudes y caracterizado por unos parámetros climáticos específicos donde existe una determinada combinación de especies y comunidades vegetales que están íntimamente relacionadas con el ciclo biológico de los lepidópteros y que van a condicionar la presencia y distribucion de las especies:

  • 1. Piso termomediterráneo: Prácticamente ocupa la mitad meridional de Murcia hasta unos 200 m de altitud, comprendiendo un horizonte inferior en el litoral que se caracteriza por la ausencia de heladas y con especies de plantas únicas (Tetraclinis articulata, Periploca angustifolia, Calicotome intermedia, etc.), y un horizonte superior con posibilidad de heladas en invierno y persistencia de plantas termófilas (Chamaerops humilis, Osyris quadripartita, Asparagus albus, etc.). Es característico de este piso el cultivo del limonero (Citrus sp.).
  • 2. Piso mesomediterráneo: Prácticamente ocupa la mitad septentrional de Murcia hasta 1.400 m aproximadamente. Está dividido en dos horizontes: inferior-medio hasta 900 m aproximadamente con presencia de plantas termófilas (Ephedra fragilis, Myrtus communis, Pistacia lentiscus, Rubia peregrina, Smilax aspera, etc.), y el horizonte superior caracterizado por la desaparición de los elementos anteriores.
  • 3. Piso supramediterráneo: Ocupa enclaves dispersos por encima de 1.400 m hasta 1.700 m aproximadamente. Se caracteriza por la desaparición de ciertas especies (Quercus coccifera, Stipa tenacissima, Lygeum spartum, Rhamnus lycioides, etc.), y la presencia de otras (Juniperus thurifera, Erinacea anthyllis, Pinus nigra mauretanica, etc.) que a veces pueden penetrar en el horizonte inferior.
  • 4. Piso oromediterráneo: Presente únicamente en el extremo noroeste y por encima de 1.700 m hasta 2.027 m (Pico del Obispo). Esta zona se caracteriza por ser abrupta, rocosa y ventosa con vegetación baja y/o rupícola (Juniperus communis, Satureja inctricata, Santolina elegans, etc.) y algunas concentraciones de pino blanco (Pinus nigra mauretanica).

Hábitats de la Región de Murcia

Debido a la variada topografía de la Región de Murcia se puede considerar la existencia de siete tipos principales de hábitats:
  • 1. Saladares y humedales: Se incluyen parajes en donde el agua o la humedad son constantes durante todo el año. Estos hábitats se localizan especialmente a lo largo de la costa y algunos por el interior en los pisos bioclimáticos termo y mesomediterráneo inferior. En estas zonas se encuentran arenales, dunas, salinas desecadas, etc. que se caracterizan por la presencia de plantas halófilas como el almarjo (Sarcocornia fruticosa), el carrizo (Phragmites australis), la caña (Arundo donax), la bufalaga (Thymelea hirsuta), la morsana (Zygophyllum fabago), las sosas (Suaeda sp.), los tarayes (Tamarix sp.), etc. En los arenales costeros destaca el barrón (Ammophila arenaria) y la azucena de mar (Pancratium maritimun) que es la planta nutricia exclusiva de la oruga de Brithys. Muchos lepidópteros están asociados a estos hábitats con una alimentación no tan exclusiva, pudiendo ser oligófagos o polífagos sobre otras plantas típicas (Artemisia sp., Salsola sp., etc.).
    Estos hábitats están sometidos a la continua presión antrópica y consiguiente destrucción debido a la escasa rentabilidad económica, desecación de márgenes, interés urbanístico, etc. que los hace muy vulnerables. En los últimos años se ha seguido un proceso de protección por parte de la administración considerándose algunos de estos parajes como espacios protegidos.
  • 2. Eriales: Estos hábitats también se conocen como parajes esteparios y se encuentran en las llanuras, sierra litorales y localizados en muchas sierras interiores. Son terrenos no aptos para cultivos debido a la calidad de los suelos, presencia de pendientes agrestes, etc. y que se caracterizan por una vegetación de porte bajo, herbáceas y pequeños arbustos, y ausente prácticamente en amplios espacios. También se incluyen dentro de esta denominación los pastizales con dominio de gramíneas de pequeño porte y matorrales, los cuales representan un 10 % de la superficie total de la Región de Murcia, utilizándose a veces para el pastoreo.
    Estos parajes presentan una gran variedad de plantas y se encuentran ampliamente representados y diseminados especialmente en los pisos bioclimáticos termo y mesomediterráneo. Las especies de plantas más representativas son la artemisia (Artemisia barrelieri), la morsana (Zygophyllum fabago), la bufalaga (Thymelaea hirsuta), el albardín (Lygeum spartum), la armuelle (Atriplex halimus), etc.
    Los eriales pueden presentar diferentes variaciones como son la estepa calcícola con esparto (Stipa tenacissima), matorral de tomillos y romeros, los albaidales (Anthyllis cytisoides), etc. y las estepas halófilas, que se caracterizan por la presencia del salicor (Salsola kali), las sosas (Suaeda vera), el almarjo (Sarcocornia fruticosa), etc.,
  • 3. Cultivos, barbechos, linderos, setos y márgenes de caminos y carreteras: Estos parajes son más o menos nitrófilos y se encuentran sometidos a una intensa acción del ser humano. Representa el 46 % de la superficie total de la Región de Murcia y se extienden principalmente por las llanuras, valles y márgenes de los ríos. Los cultivos de secano se extienden en más de 218.000 ha, entre los que destacan el almendro en la zona media y baja de la Región, y la vid en la zona norte. Otros cultivos que ocupan extensiones inferiores son el olivar y el cereal de cebada. Los cultivos de regadío ocupan más de 188.000 ha distribuidos en huertas (48 %), frutales de hueso como el albaricoquero y el melocotonero (24 %) y los cítricos (18%).
    Cada cultivo tiene sus correspondientes especies perjudiciales que, a veces dependiendo de las condiciones del medio, pueden ser plaga como Gortyna xanthenes que se alimenta de la alcachofa, Autographa gamma, Trichoplusia ni, Leucania zeae, Agrotis ipsilon, A. trux, A. segetum, Sesamia nonagrioides, Spodoptera littoralis y S. exigua son polífagos y se alimentan sobre cultivos de alcachofa, tomate, pimiento, lechuga, brócoli, etc., pudiendo alimentarse de diversas plantas silvestres presentes en los linderos, baldíos y eriales próximos.
    Por otro lado, la supresión de linderos y setos junto con la expansión de monocultivos están poniendo en peligro la diversidad de especies asociadas a este tipo de hábitats.
    Los parajes desvalorizados por el hombre se denominan terrenos baldíos o improductivos. Representan el 9 % de la superficie total de la Región y se consideran verdaderas reservas faunísticas naturales por la gran diversidad de plantas silvestres que crecen en ellos.
  • 4. Ramblas: La Región de Murcia está atravesada por grandes ramblas (Judio, Moro, Salada, Albujón, Algarrobo, Lorca, Charcón, etc.) formadas por la acción erosiva de las fuertes aguas torrenciales y que presentan unos cauces más o menos anchos que mantienen un cierto grado de humedad a lo largo del año y que sostienen una vegetación típica caracterizada por la presencia de los tarayes (Tamarix sp.), la caña (Arundo donax), el carrizo (Phragmites australis), etc.
  • 5. Bosques: Representan un 44.6 % de la superficie total de la Región de Murcia cubriendo parcial o totalmente las sierras interiores. Más del 95 % del arbolado está formado por pinares de pino carrasco (Pinus halepensis) que ha sido utilizado intensamente para la repoblación forestal, quedando unas pequeñas masas naturales autóctonas de pino rodeno (Pinus pinaster) y pino blanco (Pinus nigra mauretanica) solamente en el noroeste, y en las sierras de Espuña y El Carche.
    En las sierras septentrionales, por encima de los 1.000 m, se encuentran entre los pinares pequeñas masas de carrasca (Quercus rotundifolia) y quejigo (Quercus faginea) que forman el sotobosque mediterráneo típico.
    La especie característica de los pinares es la procesionaria del pino (Thaumetopoea pytiocampa) que se puede detectar por los bolsones blancos que forman en las ramas y que por un proceso progresivo de defoliación pueden terminar con el árbol. Se considera como una de las plagas más importantes en los bosques de la Región.
  • 6. Riberas: Este tipo de hábitat se localiza en las orillas de rios, arroyos, acequias y algunos embalses que indican la presencia de una capa freática permanente en donde predomina el bosque de galería formado especialmente por choperas o alamedas (Populus alba, P. nigra) y saucedas arbóreas o arbustivas (Salix atrocinerea, S. alba, S. purpurea, etc.), siendo más abundantes en la mitad septentrional principalmente en los pisos bioclimáticos meso y supramediterráneo.
  • 7. Roquedos y pastizales de alta montaña: Estos parajes también se denominan alpinos y se caracterizan por la presencia de plantas rupícolas, gramíneas de pequeño porte y matorrales almohadillados como el cojín (Erinacea anthyllis), el cojín blanco (Hormatophylla spinosa), el cambrón (Genista lobellii longipes) y la ajedrea (Satureja intricata) que crecen sobre sustratos rocosos calizos y desnudos en alturas superiores a los 1.400 m de las cimas de los pisos bioclimáticos supra y oromediterráneo. Estos parajes, que se encuentran reducidos a la sierra de Espuña y sierras del noroeste como la de Moratalla, Villafuerte, etc., se consideran como verdaderos enclaves refugio para las especies después del retroceso de los glaciares.
    Este hábitat se caracteriza por ser un ambiente climatológicamente duro con grandes cambios de temperatura, insolaciones de día, heladas durante la noche, hielo, lluvia, fuertes vientos, etc. lo que ha obligado a un proceso de selección adaptativa que ha dado lugar a una gran biodiversidad. Mientras las flores son predominantemente de colores vivos, las mariposas suelen ser de colores oscuros y apagados para poder cubrir dos necesidades prioritarias: por un lado, como mecanismo de mimetismo homocromo con las rocas sobre las que están posadas y poder evitar la acción de los depredadores, y por otro lado para favorecer durante el día una mayor absorción del calor solar. Los lepidópteros con hábitos nocturnos presentan el cuerpo revestido de mucha vellosidad para protegerse del frío y las hembras de muchas especies suelen ser ápteras o braquípteras con costumbres rastreras, pero capaces de segregar potentes feromonas para atraer desde varios kilómetros a los machos que son ágiles voladores. Las orugas suelen hibernar para cubrir completamente su desarrollo en uno, dos o más años debido a la dificultad para alimentarse de la planta nutricia en un corto periodo de tiempo.

Topografía de la Región de Murcia

La topografía de la Región de Murcia se caracteriza por presentar una alternancia de llanos y sierras que actúan como zonas aisladas con parajes silvestres forestales o incultivados, en donde se pone en evidencia que la ausencia de la acción del ser humano aumenta la riqueza faunística.

Con relación al relieve topográfico se distinguen tres zonas bien definidas:

  • 1. Noroeste: Esta zona se caracteriza por tener los relieves más pronunciados como las sierras de Villafuerte, Muela, Mojantes, etc., destacando la máxima altura en los picos del Obispo (2.027m) y Revolcadores (2.001 m) en la sierra de Moratalla.
  • 2. Noreste: Esta zona coincide con la comarca del Altiplano de Jumilla-Yecla y presenta grandes llanos por encima de los 400 m separados por las sierras del Carche, Larga, Molar, Cabras, Santa Ana, Salinas, Lácera, etc.
  • 3. El resto de la Región se caracteriza por los grandes valles fluviales de los ríos Segura y Guadalentín, las ramblas de arrollada del Judio, Moro, Salada, Albujón, etc. y las llanuras aluviales de baja altitud (200-300 m aprox.) con pendiente suaves y escaso desnivel hacia el mar. Entre estos accidentes se encuentran las sierras costeras que no suelen sobrepasar los 1.000 m (Cartagena, Muela, Algarrobo, Moreras, Lomo de Bas, Almenara, Carrasquilla, etc.) y las sierras del interior con alturas máximas de 1.600 m (Carrascoy, Cresta del Gallo, Gigante, Cambrón, Espuña, Pedro Ponce, Ricote, Oro, Pila, etc.).